“Waterworld”, de Jacopo Maria Della Valle, cuenta la historia de los Bajau (también conocidos como 'los gitanos del mar') y su intrincada conexión con las aguas que consideran hogar.
Los Bajau son un pueblo nómada y apátrida que habita las aguas costeras de Filipinas, Malasia e Indonesia.
Se cree que sus raíces se remontan a los guardias del Sultanato de Johor, que emigraron desde el sur de Filipinas a la costa oriental de Borneo tras las severas tormentas que siguieron a la caída del Sultanato de Malaca. Cuenta la leyenda que durante una inundación catastrófica en Malasia hace miles de años, la Princesa de Johor fue arrastrada por poderosas corrientes. En duelo, el padre de la princesa ordenó a sus súbditos que se embarcaran en una búsqueda y regresaron solo al encontrarla. Es una leyenda que se entrelaza con los orígenes históricos del pueblo Bajau, dando forma a su identidad y conexión con el mar.
El fotógrafo italiano Jacopo Maria Della Valle ha pasado la última década viajando por el mundo, conociendo y fotografiando grupos étnicos y minorías poco conocidos, a menudo invisibles para nuestra sociedad, que aún sobreviven a la globalización mientras intentan conservar sus tradiciones ancestrales. En 2023, mientras viajaba por el sudeste asiático, escuchó sobre los Bajau y, intrigado por su historia, decidió aprender más.
J. María Della Valle: La inspiración detrás del proyecto “Waterworld” se centró en una profunda fascinación por el pueblo Bajau y su forma de vida única. Me cautivó su existencia nómada, su íntima relación con el mar y su gran resiliencia ante la adversidad. Quería arrojar luz sobre su historia y sus luchas diarias. Los desafíos, como la contaminación y la dependencia de los mercados sociales, que amenazan su forma de vida.
J. María Della Valle: Los Bajau se clasifican en tres grupos: tribus isleñas, habitantes de aldeas sobre pilotes de madera en mar abierto, y los Bajau Laut, que viven toda su vida en pequeñas embarcaciones de madera llamadas “lepas”, que miden sólo 5 metros de largo y 1.5 metros. ancho.
Salis, un pescador, me guió a través de varios pueblos costeros de Bajau, ofreciéndome información sobre su estilo de vida y traduciendo su idioma. A pesar de intentar trasladarse al continente por motivos de trabajo en la ciudad, Salis regresó a su palafito en el parque marino “Tun Sakaran” después de luchar por adaptarse a la vida lejos del mar. Su hogar es un paraíso en medio de aguas transparentes, arrecifes de coral y diversas especies marinas.
J. María Della Valle: La construcción de palafitos dura aproximadamente dos meses durante la marea baja. Cada casa ofrece un único espacio habitable donde me uní a Salis y sus amigos en sesiones de pesca, maravillándome de su profundo conocimiento oceánico y sus expertas habilidades de buceo en apnea.
Los Bajau son hábiles buceadores en apnea, gracias a que sus bazos agrandados almacenan más oxígeno durante más tiempo. submarino inmersiones. Pescan y recolectan recursos marinos, bucean a profundidades de hasta 30 metros e interactúan principalmente con el continente para vender productos y adquirir artículos de primera necesidad o refugio durante las tormentas. Sin embargo, enfrentan riesgos para la salud como la narcosis por nitrógeno y carecen de acceso a la atención médica debido a su apatridia.
J. María Della Valle: Sus orígenes nómadas y su inclinación hacia el aislamiento plantearon desafíos para acercarse y comprender a los Bajau. Establecer confianza fue un proceso gradual basado en el respeto mutuo, la paciencia y la comprensión. A través de una investigación y educación exhaustivas sobre la cultura, las tradiciones y el estilo de vida Bajau, me acerqué a sus comunidades con sensibilidad y conciencia. Utilizar presentaciones de contactos locales con relaciones establecidas entre los Bajau me ayudó a ganar confianza y legitimidad.
J. María Della Valle: La comunicación abierta sobre el propósito y los objetivos de mi proyecto fotográfico, junto con la búsqueda de sus aportes y comentarios, aseguró su empoderamiento y participación. Respetar su privacidad y sus límites era primordial, obtener siempre el consentimiento antes de tomar fotografías y respetar cualquier solicitud de privacidad o restricción del sujeto.
J. María Della Valle: Si bien la transición a la vida continental no es factible, los Bajau deben armonizar con su entorno y al mismo tiempo preservar sus tradiciones. Equilibrar las demandas de la sociedad moderna con su herencia cultural es esencial para su futuro.
Espero que los espectadores de mis fotografías y la historia del pueblo Bajau obtengan una comprensión y un aprecio más profundos por su cultura y forma de vida. Espero inspirar acciones positivas y defensa de sus derechos, bienestar y preservación de su patrimonio.
J. María Della Valle: Más importante aún, espero que mi trabajo fomente la empatía y la compasión hacia el pueblo Bajau, animando a los espectadores a reconocer su humanidad compartida y el deseo universal de conexión, pertenencia y dignidad. En esencia, espero que los espectadores se sientan conmovidos no sólo por la belleza de las imágenes sino también por la profunda stories cuentan, impulsándolos a comprometerse con empatía, respeto y solidaridad hacia el pueblo Bajau y otras comunidades marginadas de todo el mundo.
Todas las imágenes © Jacopo del Valle